Un estudiante y una docente universitaria en Corrientes se lanzaron a la comprobación científica de que el uso de agua oxigenada puede resultar efectivo en la protección ante enfermedades que afectan al maíz, como un insumo amigable con el ambiente y con potencial para solucionar un problema que se expande junto con ese cultivo en el nordeste argentino.
Fuente: Telam SE